Don Patroclus de Lanús

Don Patroclus de Lanús

En algún lugar de Lanús vivía Patricio o también llamado Patric. Era sucio, flaco, feo, sin dientes, pobre, petizo y loco. El pensaba que debía ser caballero para salir a buscar peligrosas aventuras por el mundo. Entonces así comienza su aventura en busca de su amada y de ser ese caballero que él cree que es.

El encuentro con Espantus

El primer día de su aventura, en su camino pasó por un bosque de árboles altos y casi sin hojas que parecían gigantes en vida. Luego llegó a un río que poseía un puente llamado el Puente de la Muerte que estaba casi destrozado, a punto de caerse todas las tablas y con falta de soga. Él, como creía que era muy valiente, intentó cruzar el puente pero, al asomarse, pensó que se iba a caer y retrocedió unos pasos, pero juntó fuerzas y finalmente cruzó corriendo. Más adelante se encontró con una casa que pertenecía a un aborigen loco y cuando entró, vio al aborigen que estaba tirado en el piso. Se acercó para atacarlo y éste se levantó y habló con él. Éste aborigen era alto, feo, mugriento y haragán. Desde ese momento el aborigen, que se llamaba Espantus, emprendió las aventuras con Patric.

La primera aventura fue cuando se encontraron con un viejo sin dientes, pelado, todo sucio en una choza. Éste entendió la locura de los dos y les siguió la corriente. Patric le pidió al viejo que le bautizara como un caballero valiente de lucha y a Espantus como su fiel servidor.

-Yo te bautizo a ti, Patroclus de Lanús, como caballero valiente y a ti, Espantus Barbudeus como su fiel y leal sirviente - le dijo el viejo a Patric y a su escudero.

Una vez los dos coronados caballeros, siguieron su camino por el bosque lleno de animales y luciérnagas hasta que se enfrentaron cara a cara con unos gigantes (árboles grandes con ramas caídas), pero como él era inútil, débil y casi sin armas no podía competirle, ni siquiera con la ayuda de su escudero Espantus. Pero lo intentó igual y terminó perdiendo y cayendo por el piso a cada rato. Se dieron cuenta de que era innecesario seguir luchando y decidieron seguir su camino.

El encuentro con su amada al fin de la aventura

Tras horas y horas de viajes por el bosque llegaron a una cascada donde estaba escondida una mujer que se había perdido de su pueblo. Ella era fea, gorda, con mal aliento y se llamaba Anastasia Mencia. El escudero se acercó para presentarle a su amo. Empezaron a charlar hasta que se hizo la noche y entraron a una cueva. Al día siguiente Don Patroclus le prometió a la dama encontrar su pueblo. Al hacer muchas horas de viajes por el bosque, se encontraron con el pueblo de Mencia y Don Patroclus la acompañó hasta la casa junto a Espantus. El padre de la chica le agradeció a Patroclus y su escudero por haberla cuidado y traído a la casa a salvo. Al pasar los días Patroclus le pidió matrimonio a Mencia en presencia de su padre y él aceptó. Luego del casamiento, Patroclus se enfermó muy grave del corazón y el médico le dijo que se estaba muriendo. Inmediatamente llamaron a un escribano para que escribiera su testamento. Patroclus empezó a nombrar a los beneficiaros de sus bienes. Algunas tierras la recibió su fiel acompañante y escudero Espantus, las demás partes la recibe su amada Anastasia Mencia. Después de 4 días en la cama, falleció por un ataque al corazón y así llegó a su fin la historia del hombre que se convirtió en caballero andante.

Fin